El Manejo Costero Integrado (MCI), se define como un campo de conocimiento y prácticas, holístico y participativo que aborda las problemáticas en los espacios costeros y marinos desde un enfoque sistémico, considerándolos como un sistema socio-ecológico. Apunta a una gestión participativa de los territorios costeros, a partir de la integración de sus diferentes escalas socioterritoriales (desde lo local a lo nacional e internacional), de saberes (académicos y locales), temporales (pasado, presente y futuro) y en los diferentes tipos de acción pública, desde proyectos locales a planes de gestión. Como campo de generación de conocimiento y prácticas, apunta a la generación de procesos dinámicos, continuos en la acción pública y colectiva, para lo cual utiliza un abordaje caso-específico, de investigación para la gestión y orientado a la resolución de problemas por lo que busca desarrollar acciones que promuevan el bienestar de todo el sistema socio-ecológico. 

El MCI, dentro de las ciencias de la sustentabilidad, integra los conceptos de la solidaridad intergeneracional e intrageneracional en sus acciones. Esto implica una ética asociada a generar estrategias que permitan el bienestar ambiental para las futuras generaciones y al mismo tiempo promover una gestión de las zonas costeras basada en la justicia ambiental y epistemológica, la equidad social y de género, orientando la acción colectiva y las políticas públicas desde un enfoque de derechos. 

La zona costera se extiende desde el límite marino de la plataforma continental y mar territorial  (fronteras ecosistémicas y jurídicas)  hasta los límites geopolíticos tierra adentro  (frontera sociodemográfica).

Es una zona de interacciones físicas, biológicas y socioeconómicas, donde ocurre un dinámico intercambio de energía y materiales entre ecosistemas terrestres, los drenajes de agua dulce, la atmósfera y el océano.La misma abarca zonas del océano, estuarios, playas, dunas, lagunas, humedales, planicies bajas inundables, planicies medias y altas, de acuerdo a las escalas implicadas. Es decir, la extensión de esta zona dependerá de los procesos que se quieran mirar o analizar, ya sea aguas adentro o hacia la zona terrestre. 

Lo que percibimos como “la costa” es el resultado de un delicado y complejo estado dinámico, producto de la interacción de energías, materiales y formas estructurales, pero también de culturas que la habitan y co-evolucionan desde hace miles de años.

El concepto de sistemas socio-ecológicos (SES, por sus siglas en inglés) constituye una forma emergente de entender los sistemas de la naturaleza y las sociedades humanas como entrelazados, interconectados e interdependientes. El concepto se desarrolló entre principios y mediados de los 1990’a través de la colaboración de académicos que trabajaban en áreas interdisciplinarias de la ecología económica y de los sistemas de recursos de uso común (e.g. Berkes, 1989; Ostrom, 1990; Constanza, 1991, en Biggs et al., 2021). El concepto de los SES se basa en la noción de que la delimitación entre los sistemas sociales y los ecológicos es artificial y arbitraria; la naturaleza deja de concebirse meramente como el espacio donde las relaciones sociales tienen lugar y, por otro lado, las sociedades humanas ya no son solamente forzantes externos de las dinámicas ecosistémicas (Biggs et al., 2021).

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.